Un programa de radio, un podcast mientras caminas, tu música favorita mientras te ejercitas o las dulces notas del piano para dormir… para muchas personas el uso de audífonos forma parte de su rutina diaria.
Es común verlas conectadas en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero todo ese tiempo que se pasa escuchando el pum pum del sonido directamente en los oídos afecta la audición. Varios estudios lo confirman.
La Organización Mundial de la Salud calcula que 1.100 millones de adolescentes y adultos jóvenes corren el riesgo de perder la audición por el uso inadecuado de los audífonos y la exposición a niveles de sonido altos.
Un estudio publicado por el International Tinnitus Journal destaca que entre las complicaciones causadas por el mal uso de los auriculares están el tinnitus, el mareo, problemas para entender el habla y la disminución de la capacidad para escuchar.
¿Cómo se produce la pérdida de audición?
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de los Estados Unidos, la pérdida de audición se produce por el daño y la muerte final de los cilios, células microscópicas que envían una señal eléctrica al cerebro que luego se traduce en un sonido reconocible.
En cada oído, hay aproximadamente 18,000 de estas diminutas células ciliadas que transmiten el sonido. Los sonidos fuertes las dañan y provocan eventualmente su muerte.
¿Estás escuchando la música demasiado alto?
El sonido se mide decibeles. La OMS resalta que la exposición prolongada o repetida a sonidos a 85 decibeles o más puede causar problemas.
El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de los Estados Unidos presenta los siguientes ejemplos para entender mejor los sonidos en decibeles:
- El zumbido de un refrigerador: 45 decibelios.
- Conversación normal: 60 decibelios.
- El ruido del tráfico pesado de la ciudad: 85 decibelios.
- Motos: 95 decibelios.
- Un reproductor de MP3 al máximo volumen: 105 decibelios.
- Sirenas: 120 decibelios.
- Fuegos artificiales y armas de fuego: 150 decibelios.
Recomendaciones
La OMS recomienda seguir estos conejos:
- Mantener el volumen bajo al utilizar audífonos, respetando los niveles seguros de decibelios.
- Utilizar audífonos que se ajusten bien al odio y aíslen el ruido del entorno. Eso permitirá que se escuche el sonido con claridad sin tener que subir mucho el volumen.
- Limitar el uso de auriculares a menos de una hora al día.
- Prestar atención a las señales de pérdida de audición.
También son importantes las revisiones auditivas periódicas. Puedes acudir a un doctor especializado dentro del plan de tu Seguro MAPFRE de Salud para que pueda detectar cualquier problema a tiempo.