El llamado síndrome del nido vacío ocurre a padres cuyos hijos dejan el hogar tras haberse casado o cuando se van a otro lugar a estudiar.
Esta condición psicológica crea en la pareja de madre y padre una sensación de soledad, tristeza, ansiedad y preocupación excesiva acerca de su hijo.
Los estudios indican que este estado es más común en las madres solteras, pero en definitiva afecta a ambos sexos, quienes deberán pasar este proceso de reajuste de la estructura familiar, entendiendo primero que es normal que los hijos crezcan y se marchen y, segundo, que sentir nostalgia está bien.
Los padres deben entender también que “se trata de un periodo de ajustes que invariablemente resulta un desafío o al menos una transición que hay que recibir con optimismo, pues supone la posibilidad de aprender a conocer mejor a unos hijos adultos con quienes establecer una relación muy enriquecedora y de revitalizar nuestra vida conyugal”, indican especialistas del Centro de Orientación, Terapia y Mediación Familiar OIKOS.
Pero ¿cómo aprovechar el “síndrome de nido vacío”? Algunas consideraciones que pueden ayudar a los padres son:
- La marcha de los hijos no es el fin, sino el comienzo de una etapa nueva de la familia e incluso de la pareja de padres. Más tiempo a solas significan nuevas oportunidades para reencontrarse y amarse más.
- La comunicación continúa con sus hijos no debe desaparecer. En la actualidad existen muchas herramientas para sentirlos mucho más cerca: correo electrónico, mensajes de texto, WhatsApp y las redes sociales.
- Los amigos ayudarán a sentirse acompañados. Es el momento de apoyarse en los amigos, compadres, compañeros de trabajo y de aficiones. Seguro le entenderán pues también estarán pasando el mismo proceso.
- Viajar, iniciar un emprendimiento o rescatar eso que tanto le gustaba hacer, son soluciones para mantenerse ocupado. También tomar tiempo para cuidar de su cuerpo y mente es ideal, más si es en pareja.
- Acepta el momento que está viviendo y tómate el tiempo para recuperarse. Es normal sentirse fuera de lugar, recuerda que es un proceso de duelo que debe pasar. No olvides recurrir a un especialista que le ayudará a aplicar herramientas para ayudarle emocionalmente.
No está mal estar tristes, lo importante es cómo se enfrenta la partida de sus hijos, aprovechando el tiempo, espacio y compañía que la pareja, demás familia y amigos.